Enmendar los crímenes cometidos contra las poblaciones vulnerables por aquellos más poderosos que ellos.
HACER justicia está en nuestro ADN. Lo buscamos a los ojos de las personas que encontramos en las calles. Lo perseguimos a través de abrazos, fiestas de cumpleaños, citas médicas, exámenes escolares y momentos tranquilos de la mañana con nuestras chicas en Casa Libertad. Lo exigimos desde las oficinas gubernamentales de bienestar infantil, los tribunales y las agencias de derechos humanos. Lo ofrecemos en forma de un desayuno caliente para mujeres prostituidas en la Zona Roja. No nos detendremos hasta que los errores hayan sido corregidos en el mundo. Cuando la justicia llame, ¿escucharás?